LA ATENCIÓN
En una oportunidad un alumno le pidió a su maestro preferido que le
escribiera un mensaje significativo que expresara sabiduría, el maestro tomó el
lápiz y escribió una sola palabra:
“ATENCIÓN”. El alumno exclamó ¿Eso es todo? El maestro retomó el lápiz y
escribió “ATENCIÓN, ATENCIÓN” El alumno se impacientó “Eso no me parece
profundo ni sutil”. En respuesta el maestro escribió de nuevo “ATENCIÓN,
ATENCIÓN, ATENCIÓN”. Frustrado el joven alumno preguntó: ¿”Qué quiere decir
esta palabra ATENCIÓN?” El maestro respondió “Atención significa CONCIENCIA. La
atención o la conciencia son el secreto de la vida y la esencia de la práctica.
Siempre creemos que sólo las grandes cosas que nos ocurren son las que merecen
atención y dejamos que las pequeñas cosas pasen sin interés. Estas, que nos pueden enseñar mucho, no las creemos significativas, como pelar una
zanahoria, caminar hacia la escuela o al trabajo, estacionar un carro, la
sonrisa de un niño, la queja de alguien porque lo que planeo no le salió
bien, ningún día es igual, siempre hay
algo diferente que nos da SABIDURIA , te has detenido a mirar a las flores y
árboles que están al frente de tu vista o a las personas que van en el asiento
sentado a tu lado en la buseta, o en tu
casa, tus seres queridos, papas,
hermanos, hijos, nietos, ellos son tu historia, protagonistas de tu vida . LA” ATENCIÓN ES EL SECRETO DE TU VIDA”. Pensamos que la vida es solo estar atentos a
los asuntos grandes e importantes, como los problemas con mis compañeros de
escuela y trabajo en la oficina, la salud y cosas similares. No nos ocupamos de
las minucias, la de como sostener los cubiertos, la de saludar a los
vecinos, y compañeros de clases, la de respetar los espacios de otros, saludar,
ser atentos entre otra. De estos actos está hecha la vida minuto a
minuto. No es un asunto de importancia; es cuestión de prestar atención, de
estar consciente. ¿Por qué? Porque cada
minuto de la vida es absoluto en sí mismo, no hay nada más. No hay otra cosa
que el hoy, el presente, no hay pasado, no hay futuro. Cuando no estamos atentos a
cada pequeño asunto lo perdemos. En
la vida debemos estar atentos y despiertos, para así apreciar las cosas sencillas y pequeñas, reconociendo nuestras
virtudes y limitaciones, crecer
espiritual y emocionalmente para
convertirnos en jinetes de nuestras circunstancias. Para ello debemos cultivar el amor en la
sencillez, predicar la esperanza y la
alegría en los momentos de gloria y
fracaso.
Depósito Legal
C.A.025-96195
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