REFLEXIÓN

Huellas en mi Camino

viernes, 25 de julio de 2014


ASAMBLEA EN LA CARPINTERÍA

Hubo en la carpintería una extraña asamblea; las herramientas se reunieron para arreglar sus diferencias. El martillo fue el primero en ejercer la presidencia, pero la asamblea le notificó que debía renunciar. ¿La causa? Hacía demasiado ruido, y se pasaba el tiempo golpeando.

El martillo reconoció su culpa, pero pidió que fuera expulsado el tornillo: había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.

El tornillo aceptó su retiro, pero a su vez pidió la expulsión de la lija: era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.

La lija estuvo de acuerdo, con la condición de que fuera expulsado el metro, pues se la pasaba midiendo a los demás, como si el fuera perfecto.

En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo, utilizando alternativamente el martillo, la lija, el metro y el tornillo.

Al final, el trozo de madera se había convertido en un lindo mueble.

Cuando la carpintería quedó sola otra vez, la asamblea reanudó la deliberación. Dijo el serrucho: “Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestras flaquezas, y concentrémonos en nuestras virtudes”. La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba solidez, la lija limaba asperezas y el metro era preciso y exacto. Se sintieron como un equipo capaz de producir hermosos muebles, y sus diferencias pasaron a segundo plano.

Cuando el personal de un equipo de trabajo suele buscar defectos en los demás, la situación se vuelve tensa y negativa. En cambio, al tratar con sinceridad de percibir los puntos fuertes de los demás, florecen los mejores logros. Es fácil encontrar defectoscualquier necio puede hacerlo—, pero encontrar cualidades es una labor para los espíritus superiores que son capaces de inspirar el éxito de los demás

lunes, 14 de julio de 2014

REFLEXIONES




REFLEXIONES

La felicidad te las das tu! Nunca la esperes de otro.

No pongas tu felicidad en manos de otros, no hagas responsable a otros de tu felicidad. Tu felicidad proviene de tu interior.

La educación es la mejor oración que tiene el hombre para  cambiar el presente y construir el futuro.

El sufrimiento nos construye o nos destruye, debemos usar el sufrimiento para construir la sabiduría.

Los celos son productos de las comparación, si te comparas con los demás te volverás vano y amargado

Las conquistas sin riesgos son sueños sin méritos podemos ser dignos y dueños de los sueños si no usamos las derrotas para cultivarlos.


Los problemas de tu vida dejan de serlos, cuando te quitas tus disfraces y los enfrentas.

Ten cuidado donde siembras la semilla del rencor. Recogerás odio con miedo mas nunca dicha ni amor.
No se puede dar lo que no se tiene, ni pedir lo que no se da! "Para pedir respeto hay que respetar"


Vivir libre es estar dispuesto a morir, si es preciso, a manos del prójimo pero nunca a darle la muerte.   Gandhi.

El alfarero

sábado, 12 de julio de 2014

Tony Melendez - Yo Quiero, Yo Puedo, Yo Voy a Moverme para Adelante

EL MIEDO UNA EMOCIÓN QUE NOS PARALIZA

EL MIEDO UNA EMOCIÓN QUE NOS PARALIZA
A lo largo de nuestras vidas constantemente estamos sometidos a vivir y a sentir una serie de emociones, muchas de estas son nuevas pero otras están enraizadas en nuestro subconsciente. Las emociones pueden ser positivas o negativas, las positivas suelen impulsarnos y motivarnos a alcanzar nuestros objetivos y metas, elevando nuestro autoestima, mientras que las negativas son las que nos paralizan produciendo un estancamiento en el desempeño de cualquier área de nuestra vida. Las emociones negativas son originadas por el miedo, que a su vez es la raíz de todas estas. El miedo se disfraza de diversas maneras o formas logrando confundirnos propiciando justificaciones de nuestra actuación en determinados momentos de la vida. El problema con los miedos es el de no encararlos o en otras palabras el no querer saber que tenemos miedo a algo, que nos aterra, en otros casos sabemos que esta ahí pero no hacemos nada para enfrentarlo, y preferimos disfrazarlos creando una actitud para rehuir la circunstancia y evitarla. Cuantas personas se privan de hacer alguna cosa, o experimentar algo nuevo por el simple hecho del temor o miedo a lo que pueda suceder, o algo más triste personas se niegan nuevas vivencias porque han sembrado dudas dentro de sí, producto de experiencias anteriores no sastifactorias creando un escudo que no les permite crecer. El subconsciente nos enseña lo que el consciente nos limita, él sabe cuando tenemos miedo a alguna cosa así digamos que no sentimos miedo, recordándonos las cosas que nos aterran. Debemos mirar al miedo a la cara, reconocerlo, e identificarlo para así librarnos de él. Si nos cerramos a está alternativa y aceptamos al miedo nos paralizara y no saldremos adelante.
¿Dónde nace el miedo? Muchos estudiosos han reconocido que nuestra vida futura está signada por la vida intrauterina y el trauma del nacimiento, cuando nacemos perdemos la seguridad que sentimos cuando estamos en el vientre de nuestra madre que nos prodigaba todo y nos hacia sentir seguros, hasta la llegada del nacimiento que nos enfrenta a un nuevo ambiente, nuevos ruidos, colores, luz, rostros, haciéndonos, perder la seguridad, por tal razón en el desarrollo de nuestra vida buscamos los elementos que nos producen seguridad. Las emociones traumáticas vividas por la madre embarazadas marcan la vida futura del niño, sembrando el miedo e inseguridad, por eso es importante, que los padres tomen conciencia y prodiguen una mejor calidad de vida intrauterina al nuevo ser. Recordemos lo que K. Gibran dice respecto a los hijos: “Tus hijos no son tus hijos son hijos e hijas de la vida, deseosa de si misma. No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo, no te pertenecen...”


Luis José Hernández

LA MENTE HERIDA. Tomado del libro la Maestria del Amor.




Quizá nunca hayas pensado en esta cuestión, pero en mayor o en menor medida, todos nosotros somos maestros. Somos maestros porque tenemos el poder de crear y de dirigir nuestra propia vida.
De la misma manera en que las distintas sociedades y religiones de todo el mundo han creado una mitología increíble, nosotros creamos la nuestra. Nuestra mitología personal está poblada de héroes y villanos, ángeles y demonios, reyes y plebeyos.
Creamos una población entera en nuestra mente e incluimos múltiples personalidades para nosotros mismos. Después, adquirimos dominio sobre la imagen que vamos a utilizar en determinadas circunstancias. Nos convertimos en artistas del fingimiento y de la proyección de nuestra imagen y en maestros de cualquier cosa que creemos ser.
Cuando conocemos a otras personas las clasificamos de inmediato según lo que nosotros creemos que son. Y actuamos del mismo modo con todas las personas y cosas que nos rodean.
Tienes el poder de crear. Tu poder es tan fuerte que cualquier cosa que decidas creer se convierte en realidad. Te creas a ti mismo, sea lo que sea que creas que eres.
Eres como eres porque eso es lo que crees sobre ti mismo. Toda tu realidad, todo lo que crees, es fruto de tu propia creación. Tienes el mismo poder que cualquier otro ser humano en el mundo. La principal diferencia entre otra persona y tú estriba en la manera en que aplicas tu poder y en lo que creas con él.
Tal vez te parezcas a otras personas en muchas cosas, pero no todo el mundo vive la vida de la misma manera que tú.