SILENCIO INTERIOR
Una de las Herramientas que poseemos es el silencio,
pero no el silencio que se refiere a la bulla o de un lugar tranquilo que
también es necesario, me refiero al silencio interior, al pensamiento que todos
los días nos acompaña haciendo y deshaciendo. En el albergamos comentarios hacia otras personas,
críticas destructivas y supuestamente constructivas, malos pensamientos y
buenos pensamientos, también albergamos temores y miedos, disfrazados de
cualquier cosa para justificar nuestro proceder. El silencio de que les hablo,
está en el interior de nuestra mente, tratar de aquietar esa bulla interior que
sin darnos cuenta nos perturba, es tratar de aquietar el pensamiento para conscientemente producir la paz espiritual, en ese momento entrarás en contacto con ese
ser maravilloso que eres Tú y donde
habita Dios. Siempre menciono como
ejemplo el arreglo de una habitación para hacer la explicación más fácil de
comprender, nosotros en nuestra casa tenemos un espacio que define nuestra
dimensión o sea, nuestro cuarto, ¿Por qué el cuarto? Porque es el lugar
dentro de tu casa donde puedes
dar todo tu calor, arreglarlo a tu gusto
y si no lo compartes con alguien más le das ese toque personal que te
hace sentir cómodo y agradable, en ese
espacio experimentas las intimidades y decisiones más importantes de tu
vida, pero en algún momento es necesario hacer arreglos, ¿ a qué me refiero? hay que limpiarlo, recoger cosas tiradas en
el piso, limpiar las ventanas, sacudir el polvo, ordenar tus libros, poner cada cosa en su lugar; Así como
ordenamos nuestra habitación material también debemos limpiar y ordenar nuestra habitación mental y espiritual, ¿cómo? A través del silencio.
El silencio significa ir más allá de las
palabras y de los pensamientos, ya que ellos nos limitan, y nos hacen prisioneros;
de un Dios convencional. Cuando
nos encasillamos a decir que Dios es esto, o aquello y lo definimos estamos diciendo lo poco
o nada que conocemos de él, porque Dios está más allá de las palabras.
En el silencio podemos escuchar la bulla
que hay en nuestros pensamientos, y en
ocasiones resulta casi imposible la concentración la primera vez, pero si tenemos paciencia, persistencia
y deseos de mejorar nuestra condición humana, arreglaremos nuestro cuarto
mental, sacaremos la basura que hay allí no importando el tiempo que empleemos,
creando el hábito de arreglarlo frecuentemente
Hay métodos sencillos que nos permiten
sentir el silencio, lo primero es nuestra respiración, reconocer la importancia
de está,
pues es lo primero y lo último
que hacemos en nuestra vida y durante
ella nunca lo dejamos de hacer, luego está en buscar un lugar agradable para
ti, lleno de paz, quietud, una silla cómoda, para que no te duermas, porque la idea no es dormir, debes estar
alerta tomar conciencia de tus cinco sentidos ellos te van ayudar en el
proceso, luego comienzas tu relajación hasta que todo tu cuerpo este
completamente relajado manteniendo la respiración abdominal, así descansarás,
sacando la angustia residual, pero también sentirás, oirás, verás y
contemplarás todo el desorden que hay en tus pensamientos, no Pretendas de
buenas a primeras o en el primer intento lograr un éxito total, el silencio
cuesta mucho pero con la perseverancia y la constancia lo lograrás, en
principio puedes sentir angustia, por el hecho de no concentrarte o por la cantidad de bulla que
oirás dentro de ti, pero, poco a poco conseguirás los cambios ansiados
para mejorar tu vida y acercarte más a Dios que está en nosotros.
En la vida debemos apreciar las cosas sencillas y pequeñas, reconociendo nuestras
virtudes y limitaciones para así crecer y convertirnos en jinetes de nuestras
circunstancias. Cultiva el amor en la sencillez, predica la esperanza y la
alegría en los momentos de gloria y
fracaso.
Luis
José Hernández
C.A. 025-96195