EL QUEJARSE
UN HABITO QUE NOS PARALIZA
El quejarse o
lamentarse es una de las manera que utilizamos para expresar el descontento por
un hecho o suceso, se ha preguntado
usted ¿cuantas veces se queja a diario?, el quejarse es consecuencia de
descontento que surge como respuesta a lo que nos produce dolor, tristeza,
pesar. El quejarse puede resultar una
buena terapia para desahogar en un momento dado la inconformidad de lo que
se padece o sufre, pero cuando el
quejarse se instala en nosotros como medida para manifestar el desacuerdo de
cómo vivimos, o lo que nos causa dolor haciéndose permanente, nos convertimos en víctimas de nuestra
inconformidad, propiciándose un ciclo vicioso que no nos permite crecer,
obstaculizando la superación y el desarrollo armonioso, caemos en un pesimismo
acentuado, donde tratamos de arrastrar a otros, buscando la aprobación de que
lo que nos sucede es verdaderamente negativo y malo. Un ser habituado a la queja aleja la prosperidad y retrasa la
felicidad. No podemos negar que hay razones para quejarse, como: guerras, enfermedades, accidentes, egoísmo,
la falta de un buen trabajo remunerado, el no reconocimiento de tu valor como
profesional, cambios inesperados, etc.
Pero también hay razones para celebrar y sentirse feliz, contemos
nuestros dones: podemos ver, oír, caminar, hablar, estar vivos.
Cerca de nosotros hay personas que nos aman y a las cuales amamos,
entonces por qué elegir el peor de los ángulos de la vida. El que se queja se aleja de la realidad, nada
le parece bien, pierde la óptica de la verdad se inventa mundos irreales,
desaprovechando la creatividad y las posibilidades de ser productivo, se
convierte en un ser negativo y desagradecido.
En la medida que le permitimos a nuestra mente programar la queja esta
se hace una respuesta automática que se
expresa cuando las cosas, no salen como esperamos trayendo como consecuencia
una programación negativa. El hábito de la queja es un riesgo que nos conduce al fracaso, a rodearnos de personas negativas,
generando frustración, cerrándonos a las posibles soluciones, aferrándonos a
los problemas, deformando nuestra imagen, volviendo la energía contra
nosotros, haciéndonos víctimas de las
circunstancias reduciendo nuestra eficacia en la vida diaria. Debemos recordar que el ser negativo y quejarnos por todo puede
afectar a las personas que amamos y queremos, además atentamos contra nuestro
cuerpo produciendo daño orgánico irreversible, por eso debemos ocuparnos más
por mejorar y quejarnos menos, ya que es un hábito que nos paraliza.
Código Legal
C. A.
025-96195 Luis José Hernández