REFLEXIÓN

Huellas en mi Camino

lunes, 19 de agosto de 2019

ÁMALA.




Cuentan que, en cierta ocasión, un esposo fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse.
El sabio lo escucho, lo miro a los ojos y solamente le dijo una palabra;
-Ámala.
-Pero es que ya no siento nada por ella.
-Ámala –repuso el sabio con énfasis todavía mayor.
Y antes el desconcierto del hombre, después de un oportuno silencio, le dijo;
-Amar es una decisión, no un sentimiento; amar  supone siempre dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor. El amor es un ejercicio de jardinería: Arranca lo que hace daño, prepara el terreno, siembra, espera pacientemente, riega cuida. Vive preparado porque habrá plagas, sequias, excesos de lluvia, vientos y tempestades…, mas no por ello abandones tu jardín. Ama a tu pareja, es decir acéptala, valórala, dale afecto y ternura, admírala y compréndela.

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